En la practica constante de Yoga se generan varios desafíos y el de querer hacer las posturas mas difíciles es uno de ellos. Lo veo continuamente en mis clases, cuando llega un alumno nuevo quiere avanzar rápidamente de nivel o también sucede que a alguien que ya viene practicando hace años se le genera ganas de hacer posturas desafiantes. La verdad es que hacer Yoga es algo desafiante en si, no es una postura solamente. En mi caso recuerdo cuando empecé a practicar hace 16 años nadie conocía esta disciplina como ahora y a mi me generaba muchísimas inquietudes, como si el cuerpo me hablara y me pidiese abrirse mas y mas.

La practica constante me dió la posibilidad de hacer posturas mas «difíciles» a lo largo de los años. Es algo que no se aprende de un día para otro, el cuerpo necesita prepararse y la respiración debe fluír sin hacer esfuerzo, ahí es cuando realmente se sincroniza todo. Cuerpo, Mente y Respiración. Los desafíos siempre me gustaron y son una constante en mi vida. Amo sorprenderme de mi misma en cosas nuevas, así es como el Yoga me satisface continuamente.
Cuándo encuentren a una postura desafiante les recomiendo que tengan conciencia de que el cuerpo este bien asentado, o sea, de tener una buena base. Manos y pies bien enraizados sobre el suelo, de no ser así no es recomendable hacer nada desafiante ya que se pueden lesionar. Lo primero es cuidar el cuerpo, que es uno solo, debe estar fuerte y con buen sostén.

Al ya saber como es la postura por haberla visto en alguna foto o en la misma clase realizada por otros compañeros se crea una idea en la mente, ya sabemos a donde dirigirnos, pero esto para mi es un detalle y es muy relativo. Yo recomiendo olvidarse de eso. Olvidarse de lo que uno ve y concentrarse en lo que uno siente. Escuchar atentamente las indicaciones de un profesor calificado en ésta disciplina. Esto es muy serio e importante. Cuándo uno va a tomar una clase de Yoga es necesario saber hace cuantos años el profesor enseña Yoga y hace cuánto que practica. La gente no se hace profesor de Yoga en un año o dos. Esto genera confusión muchas veces por parte de los alumnos, el cuerpo lee todo y ante una mala indicación el resultado es una mala postura. Teniendo esto en cuenta los desafíos en una clase pueden ser muy beneficiosos para todos. Cuándo se generan logros, la mente y el cuerpo los registran y a partir de allí se generan los cambios, internos y externos.

Lo que hagas arriba del mat (colchoneta) lo harás en la vida, los miedos que tengas al realizar una postura irán desapareciendo poco a poco. Algunos alumnos temen ver el mundo al revés en el paro de cabeza por ejemplo, para esto se empieza practicando poco a poco, primero con la ayuda de la pared. Luego el cuerpo lee donde esta la base de la postura, la internaliza y surge naturalmente sin esfuerzo. Es importante animarse. Animarse a ser héroes, animarse a caerse y aprender como levantarse, como en la vida misma.